Un muerto en un tiroteo y 580 personas detenidas fue el resultado de la jornada de movilizaciones en Chile, convocadas el domingo por el primer aniversario del inicio del estallido social, que incluyó una multitudinaria manifestación mayormente pacífica.
Según dijo el ministro del Interior, Víctor Pérez, el incidente que significó la muerte de un joven de 26 años se produjo en “un hecho en que Carabineros se tuvo que defender de los hechos de violencia, por lo tanto estamos muy tranquilos a la espera de las investigaciones tanto de la Fiscalía como de los estamentos especializados”.
“Es un hecho que se está investigando, pero tenemos que ser absolutamente claros, se dio en un contexto de un ataque a Carabineros, se dio en un contexto de baleo a carabineros, se dio en un contexto en que funcionarios fueron baleados”, cerró el ministro del Interior ante la prensa.
La muerte del joven ocurrió en la población La Victoria, en el barrio capitalio de Pedro Aguirre Cerda.
Más temprano, el subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli, dijo que había “una distinción muy clara sobre cómo evolucionó el día”, que tuvo por una parte una manifestación pacífica y por la otra graves hechos de violencia.
La manifestación tuvo lugar una semana antes del histórico plebiscito que consultará a los chilenos si se debe cambiar o no la Constitución heredada de la dictadura cívico militar de Augusto Pinochet (1973-1990), que se produce en medio de un candente ambiente político.
El gobierno de Chile dijo que durante la tarde del domingo en la Plaza Italia de Santiago, epicentro de las manifestaciones sociales que estallaron hace un año, se reunieron 30.000 personas, mientras los manifestantes elevaron esa cifra a 250.000. La manifestación fue la más masiva de este año.
Al avanzar la tarde, grupos de encapuchados protagonizaron hechos de violencia en los alrededores de la plaza, a unos 350 metros de la manifestación principal, donde fueron atacadas dos iglesias, que quedaron destruidas por el fuego.
Las impactantes imágenes en llamas de ambos templos recordaron los incidentes que se produjeron un año antes, el 18 de octubre de 2019, cuando tras una llamado a manifestarse por parte de estudiantes una decena de estaciones del metro resultaron incendiadas, al igual que varios edificios.
Por los incendios de las iglesias fueron detenidas cinco personas, una de ellas funcionario activo de la Armada, según informó el portal chileno de noticias El Desconcierto.
La Armada de chilena se pronunció sobre el hecho a través de un comunicado en el que señaló que rechazaba “categóricamente la participación en estos actos violentos”. Asimismo, aseguró que “se aplicarán las normativas y medidas disciplinarias institucionales”.
La participación del marino abona la hipótesis sostenida por los manifestantes de que los actos vandálicos son producto de infiltrados, entre ellos policías e integrantes del Ejército, para deslegitimar la protesta.
Del total de 580 detenidos en todo el país, 287 fueron en Santiago. Durante la noche hubo saqueos e intentos de saqueos; barricadas y ataques a cuarteles policiales, con un total de 107 incidentes graves a nivel nacional, de acuerdo a lo manifestado por Galli.
Por su parte, partidos de la oposición repudiaron y lamentaron los hechos de violencia durante las marchas del domingo.
“Son una ofensa al movimiento social que ayer (domingo) conmemoró un año. Las demandas del movimiento social que se ha desplegado en el país no tienen ninguna relación con estos actos vandálicos y serviles a los intereses de la extrema derecha. Estos hechos son una lamentable excepción a una jornada masiva y pacífica”, expresó el Partido Socialista (PS) de Chile a través de un comunicado.
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