Bruno Covas, intendente de la ciudad de San Pablo, la mayor de América del Sur y la más rica de Brasil, informó este jueves que se registró la primera víctima fatal de coronavirus Covid-19 por falta de acceso a una cama de terapia intensiva a raíz del colapso en el sistema sanitario que afecta a todas las regiones.
“Lamentablemente una persona en la ciudad murió por no poder conseguir una cama. También estamos en colapso”, dijo Covas al canal GloboNews, ante el cual comentó la falta de estructura de fiscalización de su propia gestión para decretar el confinamiento total (lockdown).
El fallecido era un hombre de 22 años.
“Estuvo a media hora de recibir una cama de terapia intensiva, pero no resistió”, confirmaron los voceros.
En ese marco, el jefe municipal de San Pablo anunció que se anticiparán feriados para permitir una reducción de la circulación de personas en la megalópolis con 12 millones de habitantes, 7 millones de automóviles y una región metropolitana que alcanza los 22 millones personas.
Covas suspendió las clases presenciales en la ciudad de San Pablo, la más afectada por la pandemia, hasta el 5 de abril.
El alcalde dijo que el sistema de terapia intensiva está ocupado en varias regiones de la ciudad y que el porcentaje total es del 88%, inferior al 91% del estado de San Pablo, que está en la fase de emergencia de la cuarentena.
Ayer el diario O Estado de Sao Paulo había informado que 88 personas murieron en 24 municipios paulistas por falta de acceso a camas sobre todo porque las víctimas de la variante P1 del virus, la cepa del Amazonas, precisan estar más tiempo internadas y entubadas en terapia intensiva,
El laboratorio federal Fiocruz afirmó que Brasil vive la peor crisis sanitaria de su historia con 24 de los 26 estados más el distrito federal de Brasilia en colapso, con más del 80% promedio de ocupación de camas.
Brasil ya alcanzó un promedio diario semanal de muertes superior a las 2.000.
En medio de este preocupante panorama el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se declaró “feliz” al respaldar las manifestaciones contra las cuarentenas que sus activistas realizaron frente a las medidas de distanciamiento determinadas por gobernadores para combatir el colapso del sistema sanitario.
“Lógicamente me hizo feliz, a todo Brasil le gustó, se demostró que el pueblo está vivo. El sentimiento democrático está en vigor, queremos nuestra libertad y que todos respeten la Constitución”, dijo Bolsonaro anoche a sus seguidores, según publicó hoy un canal de noticias bolsonarista en YouTube.
Bolsonaro contradijo a su designado ministro de Salud, el cardiólogo Marcelo Queiroga, quien defendió el distanciamiento para combatir en forma coordinada la explosión de la pandemia.
Desde el inicio de la pandemia el mandatario de ultraderecha se negó a apoyar la recomendación científica de aplicar cuarentenas y usar barbijos, hecho por el cual la oposición pidió su juicio político por “genocidio sanitario”.
Bolsonaro comentó con sus seguidores críticas al cierre de comercios en Rio Grande do Sul, estado fronterizo con Misiones y Corrientes, que se encuentra en colapso desde hace 17 días con récord de muertos por Covid-19.
Brasil acumula 284.775 muertos y es el epicentro actual de la pandemia. El miércoles batió récord de contagios, 90.303 en un día, con 2.648 muertos.
m1