Diego Molina deberá realizar tareas comunitarias, donar 10 mil pesos a una fundación que ayuda a chicos con adicciones y tiene cuatro días de arresto. “Con las hermanas de Diego estamos satisfechos por el fallo y cumplimos con la memoria de Diego de que ese hecho salvaje no quede impune”, dijo Matías Morla, quien representó a las hermanas en la causa.
Diego Antonio Molina es el condenado por el delito de “profanación de cadáver humano” y mostrar imágenes íntimas. Le dieron el máximo de esta contravención: 4 días de arresto en suspenso, durante los próximos ocho meses debe fijar residencia, deberá ir a la fiscalía cada vez que lo llamen, 50 horas de tareas comunitarias y donar 10 mil pesos a la Fundación Integra Asociación Civil que es de recuperación de adictos y queda en La Matanza. Las costas del juicio las paga Molina.
Claudio Fernández y su hijo Sebastián son los otros dos acusados que no recibieron sentencia aún porque pidieron la nulidad del juicio. Eso está en Cámara, pero ya se lo rechazaron en una primera instancia, por lo que en breve serán también sentenciados a la misma pena.
“No hay pena suficiente para la aberración que hicieron estos salvajes pero tanto yo, como las hermanas de Diego, estamos satisfechos de haber logrado que ese hecho no termine impune. Tal como le prometí a la memoria de mi amigo y a sus hermanas llevamos esta causa hasta el final y ahora vamos estar atentos a que se cumpla con las tareas y con la donación a la Fundación que ayuda a los chicos que tienen problemas de adicciones”, dijo el letrado. Y agregó: “Esperamos pronto se resuelva el recurso presentados por los otros dos imputados y que terminen con la misma pena.”
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