Una testigo dijo que le daba “pánico” declarar frente a Pachelo y pidio que se retire

Una testigo pidió este lunes que Nicolás Pachelo se retirara de la sala de audiencias porque le daba “pánico” declarar en su presencia en el marco del tercer juicio por el crimen de María Marta Gacía Belsunce, en el que recordó un episodio en el que el exvecino intimidó a su padre, lo que provocó que el acusado pidiera nuevamente la palabra al tribunal para desmentir sus dichos.

“La testigo nos dijo que le tiene pánico a Pachelo y que no quiere ni puede declarar en su presencia”, dijo el fiscal general adjunto de San Isidro, Patricio Ferrari, al convocar al estrado a declarar a Débora Lauces, por lo cual pidió al Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de San Isidro que el acusado sea retirado de la sala, lo que fue admitido con consentimiento de la defensa y del propio imputado.

Tras ello, la mujer, quien declaró haber sido vecina del country Carmel y conocer a Pachelo (46) desde joven, recordó un episodio en el que el ahora acusado del crimen de la socióloga intimidó a su padre por otras cuestiones.

En su relato, Lauces rememoró que años atrás Pachelo entró a la casa de su padre “sin permiso y con una mano en un bolsillo de su campera” para increparlo porque había dejado ingresar al Carmel a una persona con la que anteriormente él había tenido un problema.

“Parecía que algo tenía, no vi, pero hacia un movimiento (como si tuviera un arma en el bolsillo)”, afirmó la mujer mientras trataba de imitar el gesto.

Además de ese episodio, la testigo se refirió a “Tom”, el perro labrador negro propiedad del matrimonio Carrascosa-García Belsunce, el cual María Marta sospechaba que Pachelo le había robado.

Al respecto, Lauces aportó el nombre de una amiga, Raquel Fait, quien le dijo que una vez estuvo en la casa de Pachelo, en Carmel, jugando con ese mismo perro sin saber que se trataba de la mascota de María Marta.

“Lo conozco a Pachelo de toda la vida. Era vox populi que lo describían como un loco, como una persona que está más allá del bien y del mal, que no tenía remordimiento de las cosas. No le tiene miedo a las consecuencias, no le importa más que sí mismo. Yo lo conozco por todo lo que he escuchado en Pilar, pueblo chico infierno grande, y siempre tuve miedo hacia él.

Siempre mi papá me decía ‘tené cuidado’, para mí no tiene emociones, nunca lo vi feliz de algo, da miedo”, describió la mujer al borde de las lágrimas.

Por último, la testigo relató un hecho que vivió unas semanas atrás, cuando recibió en su teléfono de línea fija una llamada y al atender sólo escuchó la respiración de una persona.

“A mí me llamó la atención, no lo vinculo, pero justo (pasa ahora) que estoy en esta situación de testigo y nunca me había pasado”, dijo Lauces.

Tras la declaración de la mujer, Pachelo pidió al tribunal volver a declarar y desmintió todo sus dichos -que escuchó desde un cuarto lindero-, a los que calificó como “mentiras e incongruencias”.

Sobre la mujer que supuestamente dijo haber jugado en su casa con el perro de la socióloga, el acusado manifestó que “jamás en su vida” la vio y pidió que se soliciten los informes de visitas a su casa en ese momento.

Finalmente, Pachelo se retiró de la sala sin responder preguntas de la parte acusadora ni del tribunal.

La novena jornada del debate arrancó pasadas las 11.20 con la declaración del abogado Juan Pablo Vigliero, quien fue defensor de Nora “Pichi” Burges de Taylor, amiga de María Marta.

Vigliero se refirió a un episodio ocurrido a principios de 2003, cuando fue a la fiscalía de Pilar con Taylor a realizar una presentación en el marco de la causa por el crimen de María Marta y se cruzó de manera sorpresiva con quien cree que era Pachelo.

“Cuando salimos de la fiscalía, a bordo del auto, vimos una persona que para mí era Nicolás Pachelo. Nos sorprendió y con sus manos hizo un ademán como que nos disparaba y dijo ‘pum’ y se sopló los dedos”, recordó Vigliero en su declaración.

El abogado aseguró que “Pichi” Taylor quedó “muy conmocionada” luego de dicha acción, por lo que realizó una presentación por escrito en la fiscalía sobre lo ocurrido y que pidió “protección policial expresamente por los hijos, que eran chicos y estaban dando vueltas por la zona”.

Por su parte, el principal acusado por el crimen de García Belsunce siguió con mucha atención el testimonio y anotó en el cuaderno de espirales oficio que siempre lleva consigo cada dato que le despertó interés.

La segunda testigo de la jornada fue María Jimena González Jausoro, amiga de Inés Dávalos, esposa de Pachelo, a quien conoció porque sus hijos eran compañeros en el colegio.

González Jausoro describió como “una pareja normal” a la de Pachelo y Dávalos y, tras declarar, saludó a las partes, y especialmente al imputado.

En este tercer juicio por el crimen de la socióloga, la fiscalía apunta a demostrar que Pachelo mató de seis balazos en la cabeza a María Marta cuando lo sorprendió robando en su casa con la colaboración de los exvigiladores Norberto Glennon (57) y José Ortiz (45), también imputados en este debate, el 27 de octubre de 2002.

Telam