A través de recorridas preventivas, efectivos de la fuerza provincial secuestraron dos motocicletas, una en esta ciudad y otra en Laguna Yema; sumado al recupero de una bicicleta y a la retención de dos menores.
El martes último a las 23:30 horas, una mujer denunció que desconocidos le sustrajeron su bicicleta de un complejo de alquileres ubicado en el barrio San Miguel de esta ciudad.
Tras la denuncia, personal de la Comisaría Seccional Tercera inició la investigación del hecho y al llegar a la calle Ayacucho y Sarmiento del barrio Don Bosco, observó que dos jóvenes trasladaban una con similares características a la sustraída.
Ambos adolescentes de 15 años fueron demorados y al preguntarles por el rodado no pudieron justificar la procedencia ni la propiedad, procediéndose al secuestro y traslado de los adolescentes a la unidad operativa.
A los padres fueron notificados de la situación legal de sus hijos, luego pudieron retirarlos en carácter de guarda tutelar, a disposición de la justicia.
En otro caso ocurrido el jueves por la mañana, efectivos de la Comisaría Laguna Yema tomaron conocimiento de la sustracción de una motocicleta estacionada frente a una vivienda del barrio Centro de esa localidad.
En el marco de las tareas investigativas, los auxiliares de la justicia establecieron que el rodado fue comercializado en el barrio Maguín, en una comunidad originaria.
Los uniformados se trasladaron al lugar y dialogaron con una persona que adquirió el rodado y al tomar conocimiento de su procedencia, hizo entrega voluntaria bajo las formalidades legales, procediéndose al secuestro.
Por último, en la tarde del jueves el personal de la Brigada de Investigación de la Unidad Regional Uno, inició la investigación por la sustracción de una motocicleta Zanella Hot 90cilindradas, de un inmueble del barrio San Antonio de esta ciudad.
A través de distintas averiguaciones realizadas, los policías establecieron que la moto se encontraría en la manzana 3 del barrio Lote 33.
En ese lugar dialogaron con una mujer, propietaria del inmueble, a quien se le hizo saber que la motocicleta era robada.
Ante esa situación, entregó el rodado en presencia de testigos, labrándose el acta de secuestro. Los damnificados de ambas motocicletas y la bicicleta reconocieron los secuestros como suyos, justificando la propiedad con las documentaciones y agradecieron a los efectivos por su rápido accionar.