Informaron sobre el estado de salud del pequeño Ian Romero

Además, dieron detalles de los controles, estudios y otras prácticas realizadas al menor en el hospital de la Madre y el Niño, desde el primer momento que arribó al lugar “con politraumatismos y en regular a mal estado general”.

El director del hospital de la Madre y el Niño, doctor Víctor Fernández, informó sobre el estado del niño Ian Romero, de 5 años, quien ingresó en horas tempranas de ayer, domingo 27 de noviembre, al servicio de guardia de emergencia del hospital de la Madre y el Niño “producto de violencia intrafamiliar y caída de altura”.

“Actualmente, el menor se encuentra con asistencia respiratoria mecánica, hemodinámicamente estable, no febril y con buena saturación de oxígeno. A nivel pulmonar se observa contusión bilateral y neumotórax laminar, con regular a mal estado general y con pronóstico reservado”, describió el funcionario, a través del parte médico con fecha del lunes 28 de noviembre.

Seguidamente, describió que, a su ingreso a la guardia de emergencia, presentaba “politrauma por caída de altura, fractura de cráneo, fractura desplazada de radio y cúbito de ambos brazos y contusión pulmonar”, entre otras observaciones, según los primeros controles y estudios médicos realizados. “Y con regular a mal estado general”, confirmó.

“Se le efectuó tomografía de cerebro, tórax y abdomen y las interconsultas correspondientes con los especialistas en traumatología, cirugía y neurocirugía y se decidió su derivación inmediata a la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos (UCIP) del hospital”, agregó.

Y detalló que, si bien, al momento de su ingreso “se encontraba ventilando espontáneamente, debido a la disminución de la saturación de oxígeno, se le hizo intubación orotraqueal, con lo cual se lo colocó en asistencia respiratoria mecánica”.

Asimismo, en la jornada del domingo, fue intervenido quirúrgicamente “en ambos brazos y el cirujano plástico le hizo suturas a nivel del rostro debido a los múltiples cortes que presentaba en la zona. En tanto que, las interconsultas con neurología y neurocirugía arrojaron informe de “conducta expectante”.

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