Soberanía Alimentaria Formoseña presentó la línea de embutidos a base de carne de chivito paippero

Se realizó la degustación y comercialización de la nueva línea de productos durante la jornada de este viernes 14.

Se trata de una variedad de productos como chorizos y albóndigas elaborados en la planta procesadora de alimentos de la red “Los Nenecos”, cuya materia prima es la carne de chivito de origen paippero que desde esta semana estarán disponibles en las jornadas de Soberanía Alimentaria Formoseña.

Productos como chorizos se dispondrán a un precio de 1399 pesos el kilo y las albóndigas a 1100 pesos el kilo y se ofrecerán tanto en las ventas fijas como itinerantes.

En ese marco, el subsecretario de Defensa al Consumidor y Usuario, el arquitecto Edgar Pérez puso en valor que “lo importante es que es un producto netamente formoseño que viene de la chacra de nuestros paipperos, es procesado y trabajado en una planta donde trabajan formoseños, es decir mano de obra formoseña, convirtiéndolo en un alimento exquisito como lo que degustamos”, realzando así las albóndigas de chivito y chorizo de chivito, que además “por su precio o por platos que se pueden elaborar, son una oportunidad muy buena para toda la familia formoseña”.

Por su parte, Carlos Mesh, gerente de la red “Los Nenecos”, explicó que “estamos presentando una producción de chivo que ha llegado la semana pasada; hemos producido chorizos y albóndigas de chivos que son productos nuevos que estamos probando en este caso. Hay degustaciones de los mismos y también venimos a presentar la línea de envasados al vacío por ‘Los Nenecos SRL’”.

Etiquetado frontal

En relación a la adecuación de los productos a la ley, Mesh resaltó que “respetando la Ley de Etiquetado, como se puede ver la descripción, los logos de los productos vienen todos con su fecha de vencimiento y número de lote, al igual que los chorizos toda la línea de productos van a tener las etiquetas como deben ser y también en lo que resta del año, más variedad de productos”.

Mano de obra local

La comercialización de estos productos permite, por una parte, la compra de alimentos como la carne de chivito a familias paipperas, como asimismo representa empleo de mano de obra local para la elaboración de los embutidos en la planta procesadora de alimentos de la red de carnicerías.