Apenas minutos después del cierre del Congreso del PJ, en el que se escucharon pedidos de unidad y cantos a favor de una candidatura de la Vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner publicó una extensa carta en la que ratificó que no será candidata y, además, le pidió al Frente de Todos que construya un programa de gobierno “que vuelva a enamorar a los argentinos y argentinas”.
“Ya lo dije el 6 de diciembre del 2022. No voy a ser mascota del poder por ninguna candidatura. He dado muestras, como nadie, de privilegiar el proyecto colectivo sobre la ubicación personal. No voy a entrar en el juego perverso que nos imponen con fachada democrática para que esos mismos jueces, encaramados hoy en la Corte, dicten un fallo inhabilitándome o directamente sacándome cualquier candidatura que pueda ostentar, para dejar al Peronismo en absoluta fragilidad y debilidad frente a la contienda electoral. Los hechos recientes me han dado la razón”, escribió la Vicepresidenta, quien volvió a apuntar contra la Corte Suprema.
Para defender su decisión, explicó: “Debemos ser inteligentes para salir de este laberinto y romper la trampa a la cual nos quieren llevar: que tengamos una candidatura prohibida por el Partido Judicial. Porque, frente a una derecha cuya única propuesta es arrebatar derechos, el peronismo sigue siendo el espacio político que garantiza la defensa de los intereses del pueblo y de la Nación”.
Y, en el medio del debate y tensiones por las candidaturas de la coalición oficialista, agregó: “Ante esta situación resulta imprescindible -más que nunca- la construcción de un programa de gobierno que vuelva a enamorar a los argentinos y las argentinas, y convencerlos de que un país mejor no sólo es posible sino que, además, es deseable. Un programa de gobierno que es necesario no sólo para el peronismo, sino para sistema democrático en su conjunto.”
Pérdida de “democracia económica”
La Vicepresidenta puso el foco en el 2016, año en el que el gobierno de Cambiemos “daba inicio a un brutal nuevo ciclo de endeudamiento externo que culminaría con el retorno del Fondo Monetario Internacional a través de un préstamo insólito, inédito y político, cuyo objetivo no sólo era ayudar a ganar las elecciones a ese ‘gobierno amigo’, sino también permitir la retirada en dólares de los fondos de inversión especulativos”. En ese sentido, expresó: “La historia que siguió es la misma de siempre con el Fondo en nuestro país: interviene, toma el timón de la economía argentina, impone su programa económico y se dispara otra vez el proceso inflacionario sin control en la Argentina. La casualidad no es una categoría política y, por eso, no es casual que ninguno de los dos Presidentes que aceptaron el programa del FMI conserve aptitud electoral. Sin embargo, en política sí hay causalidad y la determinante es la economía”.
El Destape