La madre de la víctima afirmó que el femicida había intentado quitarse la vida hacía un mes, y que una jueza había emitido una orden de restricción en su contra.
Una joven madre de San Juan fue asesinada a cuchillazos el domingo pasado por su ex pareja, contra quien pesaba una orden de restricción, frente al hijo de ambos, de tan sólo tres meses.
El femicidio ocurrió en la madrugada del domingo 23 en una casa de barro ubicada en Calingasta, a 174 km de la ciudad de San Juan. La víctima fue identificada como Pamela Rodríguez, de 17 años, quien fue acatada mientras dormía por su ex pareja, Ángelo Castillo, de 21.
“Me desperté con los gritos de mi hija. Pegué un salto de la casa y el muchachito este iba por mi habitación. Me lo topé de frente, le puse una mano en el pecho y le pregunté qué andaba haciendo. Me pegó un empujón, caí y mi hija entre lágrimas y llanto pedía auxilio. Pero yo no sabía lo que le había hecho, pensaba que le había pegado nada más”, relató Lorena, la madre de Pamela, al canal C5N.
El hombre habría atacado a su ex pareja con un “cuchillo pequeño” que la policía aún no halló. Logró fugarse pero lo detuvieron en una zona de cerros y ríos que “conocía muy bien”, confirmó el jefe de la División Homicidios de San Juan, comisario Ángel González.
El hijo de la pareja quedó en manos de su abuela materna. “Pido a todos que se quede conmigo, me pertenece a mí, es mi único consuelo. Lo único que me queda de ella”, expresó Lorena.
“Mi hija llegó viva al hospital. Hablaba, estaba conciente, sabía lo que le estaba pasando, pedía por su bebé, porque creía que él también le había hecho daño”, recordó.
Orden de restricción
Pamela y Castillo tuvieron una relación de al menos dos años en los que tuvieron muchas idas y venidas, y episodios de violencia de género que la joven denunció en la Seccional 16º con el apoyo -y la firma- de su madre porque era menor de edad.
Castillo vivía en una casa pegada a la de la víctima, pero la jueza Roxana Espín había emitido en octubre de 2018 una orden de restricción en su contra para que no pudiera acercarse a Pamela ni al hijo de ambos, y cortara todo tipo de comunicación con ellos, informó el sitio El Tiempo de San Juan.
Sin embargo, ni el hombre se mudó ni la víctima logró mantenerlo a distancia.
“Yo lo tenía que correr de mi casa, porque sino esto hubiera pasado hace tiempo. Esa noche vino a eso”, reveló Lorena, la madre de Pamela, para quien Castillo estaba obsesionado con la víctima y “quería tenerla con él a toda costa”.
“Para mí no era amor ni cariño, no venía por su hijo, venía por mi hija directamente. La sabía tener hasta las 2 o 3 de la mañana en la vereda con el bebé, que hacía frío”, relató.
La pareja se había separado hacía un mes, después de que el hombre intentara quitarse la vida. Por eso la jueza ordenó que recibiera tratamiento psicológico en la ciudad de San Juan, aunque la terapia duró solo unos pocos días y un familiar lo llevó de nuevo a Calingasta.
Por estos días Castillo sigue detenido en la Central Policial de San Juan a disposición de la justicia.
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