El saldo económico de estos cuatro años desmiente el desvarío de Macri de que deja bases sólidas para empezar un ciclo de crecimiento. Más inflación, más desempleo, más deuda, FMI, desindustrialización, destrucción del salario real, megadevaluación, más pobreza. Es una herencia pesadísima para el gobierno de Alberto Fernández.
Termina como empezó. Lejos de la verdad, abrazado al dispositivo de la mentira planificada y con diversas piezas de marketing político. Construyó una campaña para ganar las elecciones con ofertas seductoras a la población, que no cumplió cuando fue gobierno. Durante los cuatro años de gestión se dedicó a prometer un futuro venturoso que, una y otra vez, no llegó. El engaño y la distorsión de la realidad fue su estrategia política preferida. La utiliza hasta el final de su administración.
Sin inhibiciones la volvió a dejar en evidencia al apelar a un decreto 815/19 para justificar su cadena nacional, cuando no se cansó de demonizar esa atribución presidencial de comunicación porque fue utilizada en exceso durante el gobierno anterior. El discurso fue otra exhibición de la realidad paralela que maneja Macri, quien, después de cuatro años de ocupar la Casa Rosada, culmina como el peor gobierno desde la restauración de la democracia.
Los datos duros en materia económica desmienten el desvarío de que deja bases sólidas para empezar un ciclo de crecimiento. Por el contrario, lo que deja es una pesadísima herencia que sólo cambiando en forma radical el actual rumbo, en un escenario regional e internacional complejo, se podrá empezar a transitar el sendero de la recuperación.
El balance de la economía macrista es fulminante en términos del bienestar general, a saber:
* El salario real de los trabajadores registrados acumuló una caída del 18,5 por ciento, de acuerdo al cálculo realizado por el Instituto Estadístico de los Trabajadores de la UMET. Las jubilaciones perdieron 20 puntos en términos reales en relación a 2015
*· El último dato oficial del Indec muestra que en el primer semestre de 2019, la cantidad de personas por debajo de la línea de pobreza creció al 35,4 por ciento. Este porcentaje representa casi 16 millones de personas en todo el país. Se proyecta, en base a la evolución de la inflación y de los ingresos en la segunda mitad de este año, que la economía macrista terminará con un nivel de pobreza que alcanzará al 40 por ciento de la población.
* Los aumentos de precios en los dos mandatos del CFK fueron intensos, con un promedio del 20 al 25 por ciento, de acuerdo a estimaciones alternativas al Indec. La tasa de inflación del último año de la administración macrista será del 50 al 60 por ciento anual.
* La destrucción del tejido productivo fue impactante. Fueron cuatro años de deterioro constante de la actividad y del empleo. La utilización de la capacidad instalada se ubica en casi la mitad. Cierres, achicamientos, despidos, suspensiones de trabajadores y merma de turnos fue el escenario industrial de estos años.
* La desindustrialización macrista fue una máquina de destruir empleos de calidad. Se perdieron 158.600 puestos de trabajo, desde noviembre de 2015 a septiembre de 2019. Equivalente a la pérdida de 13 de cada 100 empleos del sector en menos de cuatro años.
* Tres de las cuatros años fueron en recesión. La apertura comercial, los tarifazos, las rondas de fuertes devaluaciones, las tasas de interés altísimas y el derrumbe del mercado interno por el castigo a los ingresos reales de trabajadores y jubilados determinaron un sendero de permanente caída de la actividad. El PIB per cápita disminuirá como mínimo el 10 por ciento durante la economía macrista.
* El gobierno de CFK terminó con una tasa de desempleo de 5,9 por ciento. Macri se despedirá con un índice de dos dígitos a nivel nacional: 10,6 por ciento. El panorama es más preocupante en el conurbano bonaerense, con una desocupación del 12,7 por ciento.
* La paridad cambiaria subió de 9,40 a 60,00 pesos, un alza del 538 por ciento. Las fuertes devaluaciones provocaron varios shocks inflacionarios que castigaron el poder adquisitivo del salario y de las jubilaciones.
* El desendeudamiento fue uno de los principales activos del ciclo de gobiernos kirchneristas. En un ciclo vertiginoso de emisión de títulos de deuda, en pesos y en dólares, en los mercados local e internacional, en apenas dos años, la economía macrista terminó en un nuevo default.
* La economía argentina se había desprendido de las tradicionales auditorias del Fondo Monetario. El gobierno de Macri reintrodujo al FMI, y lo hizo con un préstamo inmenso que hará muy compleja la refinanciación como la negociación de las nuevas condiciones del acuerdo.
La pieza de marketing de una cadena nacional no modificará que este saldo, independientemente de eslóganes, mentiras y distorsiones expuestos por Macri en su despedida, sea recordado como una de las crisis más devastadoras de la economía argentina moderna.
Fuente: pagina12.com.ar