Coronavirus: el lado B de la politica detrás de la pandemia

El avance del coronavirus Covid-19 en el mundo no dejó espacio de la vida sin alterar y somos testigos a diario de situaciones inesperadas, a veces más simpáticas otras más preocupantes y hasta violentas.

El avance de la pandemia del coronavirus Covid-19 alteró todos los aspectos de la vida cotidiana. Entre las cuarentenas obligatorias en aquellas ciudades y países donde la circulación comunitaria del virus ya es extendida y el auto aislamiento social preventivo donde, como en Argentina, la propagación de la enfermedad todavía se halla en una etapa primigenia, ningún espacio de la cotidianeidad permaneció intacto.

En ese camino se viven a diario situaciones inesperadas, muchas veces simpáticas y hasta graciosas y emotivas en algunos casos pero también más violentas y preocupantes en otras.

Dos de ellas tuvieron como protagonista al jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta. El lunes, cuando el alcalde porteño acudió a Casa Rosada para coordinar con Nación y la provincia de Buenos Aires medida para mitigar el avance del coronavirus, por poco se quedó del lado de afuera.

Es que, según pudo saber minutouno.com, Rodríguez Larreta tuvo que someterse como todos quienes concurren a diario a Casa Rosada a que le tomen la temperatura corporal. Al igual que los trabajadores y visitantes de la Rosada, agentes provistos con termómetros laser tipo pistola le tomaron la temperatura a Rodríguez Larreta. El aparato arrojó 37,5°, por encima de los 37,3° que marca el protocolo como máximo tolerable para que se le habilite el ingreso a cualquier persona, sin excepciones. El mismo tipo de control se realiza en la Quinta de Olivos.

Una segunda prueba sin embargo le terminó dando bien al jefe de gobierno de la Ciudad que finalmente pudo reunirse con Alberto Fernández.

Unos días antes Rodríguez Larreta se volvió viral por un breve video en el que se lo veía junto al ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, que recomendaba taparse con el codo al estornudar o toser. Segundos después el propio Larreta se tapó un estornudo con la mano.

Para nada simpática sin embargo, y por el contrario hasta violenta, es la situación que tuvieron que atravesar los tripulantes de varios vuelos de Aerolíneas Argentinas.

Según pudo saber este medio varios tripulantes de la aerolínea de bandera tuvieron que soportar los embates verbales de muchos pasajeros molestos por las nuevas disposiciones de seguridad implementadas en los vuelos por el avance del coronavirus Covid-19.

Es que Aerolíneas Argentinas dispuso que los tripulantes viajen en el sector de primera clase para mantener el mayor aislamiento posible con los pasajeros. Se trata de una medida básica para que se pueda seguir volando, porque sin tripulación sana, no hay vuelo posible.

A pesar de ello y del reembolso de la diferencia pagada, muchos de los pasajeros de primera que debieron ser reubicados en el sector turista la emprendieron contra los tripulantes de cabina. Los insultaron, amenazaron y desoyeron las explicaciones que los tripulantes les dieron.

Tampoco les importó el rol fundamental que los trabajadores de Aerolíneas Argentinas están teniendo en la repatriación de los argentinos varados en el exterior. El titular de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), Pablo Biró, denunció este miércoles una de esas situaciones inesperadas generadas por el coronavirus. Por trágico que suene Biró advirtió que “las líneas aéreas extranjeras están dejando abandonados a los argentinos que no pueden regresar al país”.

La contracara de la actitud de algunos pasajeros violentos es la de los propios trabajadores. “Las tripulaciones de los vuelos son voluntarias, porque de otra manera no se podría viajar. Hay una inmensa mayoría de voluntarios para traer a los argentinos” advirtió Biró y completó: “Ustedes vieron a los trabajadores peleando por las líneas de bandera y ahora vamos a usar esa herramienta de la línea de bandera en beneficio de miles de argentinos”.

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