El organismo internacional respaldó la posición de la Argentina y, a través de su directora gerente, solicitó a los inversores a entrar en un proceso de “negociación colaborativo con el objetivo de alcanzar un acuerdo que conlleve a una alta participación”.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) difundió hace instantes un análisis sobre la deuda argentina en el que asegura que, para reestablecer la “sostenibilidad”, los acreedores privados deberán hacer una “contribución apreciable” y calculó que esa reducción debe ser de hasta u$s 85.000 millones para la próxima década.
“Restablecer la sostenibilidad con alta probabilidad de la deuda pública requerirá de una decisiva operación de deuda, con una contribución apreciable por parte de los acreedores privados, que reduzca el nivel de deuda y las necesidades de financiamiento bruto hacia niveles consistentes con la capacidad de sostener la deuda de Argentina”, dijo el FMI en una nota técnica.
Respecto de la quita, la misión técnica analizó que “el alivio de la deuda necesario debería reducir las necesidades de financiamiento bruto de Argentina a un promedio de alrededor del 5 por ciento del PIB, y no superior al 6 por ciento del PIB para cualquier año en el mediano y largo plazo”.
“El equipo técnico ve la necesidad de mantener el servicio de la deuda en moneda extranjera alrededor del 3 por ciento del PIB a mediano y largo plazo”, remarcaron.
En el documento que adjuntó el organismo con el análisis detallado de la situación de la deuda, el FMI calculó tres escenarios de “alivio” de la deuda para el período 2020-2030, que van de 85.000 millones de dólares a u$s 50.000 millones.
Sobre cuál de estos escenarios es el más deseable, el FMI consideró que es un tema de “las autoridades y sus acreedores privados”.
“Dicho esto, el análisis muestra que prácticamente no hay margen para los pagos del servicio de la deuda a acreedores privados durante 2020–24”, asegura el FMI. “Además, la calibración final de estos parámetros de reestructuración de la deuda, por supuesto, también deberá garantizar que, después de 2030, la relación deuda / PIB permanezca en general estable y los GFN sigan siendo manejables”.
Para llegar a esa conclusión, el FMI consideró que la deuda pública argentina, que alcanza al 90% del PBI, es “insostenible”, algo que ya había asegurado el 19 de febrero pasado.
“El superávit primario requerido para reducir el presente nivel de deuda pública y las actuales necesidades de financiamiento bruto hacia niveles manejables y consistentes con un crecimiento potencial satisfactorio, no es económica, ni políticamente factible”, remarcó el Fondo.
El informe se difundió, además, con un comunicado de la directora gerente del organismo, . Kristalina Georgieva, en el que envía un mensaje político a los acreedores.
“El análisis del equipo técnico muestra que, teniendo en cuenta la capacidad de servir deuda y el peso actual de la deuda del país, será necesario un alivio substancial de los acreedores privados para restablecer la sostenibilidad con alta probabilidad de la deuda”, señala.
Además del apoyo explícito de la funcionaria del FMI al gobierno de Alberto Fernández y de su aval al ministro de Economía, Martín Guzmán, la directora del FMI pide a los bonistas su colaboración para que el país llegue a un acuerdo para reestructurar sus pasivos.
“Alentamos a un proceso de negociación colaborativo entre Argentina y sus acreedores privados con el objetivo de alcanzar un acuerdo que conlleve una alta participación”, remarcó.
El organismo también reconoce el impacto que tendrá el coronavirus en la economía argentina. “Las autoridades han estado tomando importantes medidas para contener la propagación del coronavirus y proteger a la población de sus efectos perjudiciales”, señaló Georgieva.
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