El jueves último a las 14 horas, una persona se comunicó a la línea de emergencias 911 solicitando presencia policial ante el presunto deceso de un familiar en la calle Jonas Salk al 200 del barrio San Miguel de esta ciudad, a quien hace unos días no lo veían.
Una vez en el sitio, efectivos de la Comisaría Tercera, del Comando Radioeléctrico Policial y de la Dirección de Policía Científica con perito y fotógrafo, percibieron olor nauseabundo, que hacían presumir que en el interior habría un cuerpo sin vida.
Esa situación se informó al Juez de Instrucción y Correccional en turno, quien dispuso el ingreso de la Policía a la vivienda a los efectos de corroborar que sucedió.
Con la anuencia del juez y una vez en el interior no se observaron daños en las puertas ni ventanas, sin desorden o faltante de bienes que supongan un ilícito. Se documentó el recinto con fotografías, encontrándose en el interior el cuerpo sin vida de un hombre identificado como Marcelo Ayala de 47 años.
El hallazgo se informó nuevamente al juez, disponiendo que el médico policial de turno examine el cuerpo. Se realizó lo propio, expresando el médico que no presentaba lesiones corporales y tras dialogar con los familiares extendió acta de defunción determinándose que falleció por “infarto cardiaco, hipertensión arterial”. Posteriormente, el cuerpo se entregó a la hermana para las exequias.