El director de Epidemiología y del Hospital Central, Mario Romero Bruno, se refirió a los discursos malintencionados que descreen de la inexistencia de casos positivos de COVID-19 en la provincia, y expuso la imposibilidad de ocultar pacientes diagnosticados con este virus.
Durante la conferencia de prensa diaria del Consejo de Atención Integral de la Emergencia COVID-19, el especialista sostuvo que en este momento “somos la provincia que más estudios realiza a personas sospechosas o que ingresan de otros lugares, teniendo cero casos” mientras advirtió que “hay provincias que tienen más casos y menos estudios realizados”.
Además, recordó el control social existente, los diagnósticos hechos, las consultas recibidas en los establecimientos de salud y el tratamiento de los pacientes con síntomas respiratorios por parte del equipo médico.
En ese contexto, aseguró que “no se pueden esconder los casos graves ni mucho menos los pacientes que fallecen”, por lo cual no existe la posibilidad de ocultar casos positivos de coronavirus ni tampoco un motivo para hacerlo.
“¿Por qué hacerlo? Si necesitamos cuidarnos entre todos. Si no existiera esta información real muchas personas podrían estar en riesgo y más sabiendo que es una enfermedad que se propaga fácilmente, que si no se detiene rápidamente no es habrá un caso no detectado, sino dos, cuatro, seis, ocho…y no podrían esconderse”, aseveró.
Motivos de muerte por neumonía
Asimismo, Romero Bruno explicó los diversos motivos por los cuales una neumonía puede terminar en el fallecimiento del paciente. “Las neumonías habituales ocurren durante todo el año, pero este es un momento de aumento de casos por las temperaturas, y tiene que ver con varios factores: con la persona que le llamamos huésped que padece la enfermedad; con el agente que la causa, que puede ser una bacteria, un hongo, un virus; y por la relación que se establece biológicamente entre ellos se dan las situaciones de gravedad mayor o menor”, indicó.
Luego, ejemplificó con una persona que padece de inmunodepresión, es anciana, obesa, tiene enfermedades respiratorias o cardiacas crónicas, es diabética o está desnutrida, es más propensa a agravar cualquier cuadro infeccioso y, “con más razón”, si se trata de una enfermedad respiratoria que afecta las vías y el oxígeno que necesita para vivir.
“Una persona con una neumonía que se agrava y afecta a gran parte del tejido pulmonar necesita asistencia respiratoria mecánica para recibir más oxígeno, así y todo muchas veces no es suficiente por las condiciones de la persona al principio y puede llevar a la muerte o porque la enfermedad se disemina y se llama un shock séptico, cuando afecta a otros órganos a partir de esa puerta de entrada”, desarrolló.
Otro agravante tiene que ver con el agente, porque hay bacterias “muy agresivas” y muchas están producidas en un ambiente donde hay resistencias a los antibióticos que se indican habitualmente.
“Tiene que ver también con el mal uso que se le da a los antibióticos en enfermedades que no los necesitan. Una persona se automedica con antibióticos para un dolor de garganta, fiebre y cuando se necesita ese antibiótico, el germen ya produjo resistencia, sus propias defensas, entonces el antibiótico que pudo haber sido útil ya no lo es”, señaló el médico.
Y agregó: “También las gripes producen neumonías graves en las personas con inmunodepresión. En el Hospital Central hay de un 20 a un 22% de causas de fallecimiento por neumonía, todos los años”.
También, Romero Bruno recomendó intensificar las medidas de prevención que se llevan a cabo en este momento de pandemia mundial y aplicarse las vacunas correspondientes, sobre todo los pacientes de riesgo, porque “es importante prevenir con la aplicación de la vacuna las neumonías virales que pueden derivar en neumonías graves e incluso la muerte”.
“Debemos insistir, hoy estamos pasando por una circunstancia especial que nos llama a que nos cuidemos de todas las otras enfermedades que pueden evitarse, con las medidas de precaución e higiene personal”, destacó.
Dengue
Por último, Romero Bruno resaltó el trabajo mancomunado que realiza el Estado provincial y municipal, como también la comunidad formoseña para combatir el flagelo del dengue. “Es fundamental en este trabajo contra el dengue articular los distintos sectores del Estado, pero no se puede hacer sin la colaboración de las personas. Que primero permitan el ingreso de las brigadas sanitarias; y en segundo lugar, que eliminen todo el exceso de cacharro que contienen agua y ponen en riesgo su propia salud y de la comunidad”, finalizó.