En plena pandemia, en China se inauguró el festival de carne de perro en condiciones higiénicas que horrorizarían a expertos sanitaristas de todo el mundo. Como cada año, miles de personas se acercaron a la feria más grande de este tipo de animales que son exhibidos en condiciones de poca higiene en mostradores y sin refigeración.
El controvertido festival se realiza en la ciudad de Yulin, en el sudoeste, y comenzó el pasado fin de semana pese al rechazo surgido desde el Gobierno. Los mandatarios han hecho todos los esfuerzos posibles para evitarlo por razones de seguridad, pero finalmente sus peticiones no fueron escuchadas y el evento se celebró.
Según los medios locales, el régimen lanzó una tímida campaña para evitar su realización. Pese a las protestas de los activistas a favor de la vida animal, el mercado abrió sus puertas y miles de personas se acercaron a comprar la carne. El festival anual de 10 días, generalmente atrae a miles de visitantes, muchos de los cuales compran perros que se exhiben en jaulas estrechas para cocinarlos en ollas.
Nuevas regulaciones
El Ejecutivo chino está considerando promulgar nuevas leyes que prohíban comercializar con animales, para así proteger también a las mascotas tras el brote de coronavirus, que ha obligado al país a reconsiderar este tipo de hábitos.
Después de afirmar que la pandemia se había originado con murciélagos de un mercado en Wuhan, el país impuso una prohibición a finales de febrero sobre la venta y el consumo de animales salvajes, alegando que se había convertido en un grave problema de salud.
“Espero que Yulin cambie no solo por el bien de los animales sino también por la salud y seguridad de su gente”, dijo Peter Li, especialista en políticas de China de Humane Society International, un grupo de derechos de los animales.
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