Los pequeños productores que llegan desde el interior provincial con sus productos a las dos ferias francas del Instituto Paippa, destacaron la oportunidad de comercialización, y agradecieron el apoyo del organismo del gobierno provincial.
Las ferias tienen un doble propósito: acercar al productor al consumidor y de esta manera evitar intermediarios, logrando un buen precio. Como todos los viernes, comenzaron a las 7 de la mañana y se extendieron hasta las 14 horas, en las dos sedes, del ex centro comercial del barrio La Paz y en el playón Paippa ubicado en Padre Grotti 1040.
Desde el inicio de la pandemia, se ajustan a un protocolo sanitario: al llegar los productores reciben de parte de los referentes del Paippa máscaras, barbijos, alcohol en gel y guantes para su estadía en el mercado, y el camión que trasporta las frutas y verduras, es desinfectado
Juan Roa, pequeño productor de Palma Sola, jurisdicción de Naineck comentó que “ Desde toda la vida soy productor, cuando se inició el Paippa, yo ya trabajaba, pero esta posibilidad de venir a vender acá es buena (la feria), personalmente progresé un montón, mejoré en mis condiciones”.
Agregó Roa que “La idea es vender, esta feria nos enseñó a vender nuestros productos, antes no teníamos idea, siempre esperábamos que venga otro a nuestra chacra a levantar, y acá en la feria el contacto es del productor al consumidor”.
En el mismo sentido se pronunció la productora de Villa 212, Mirta Holowiej quien dijo que aguardaban la flexibilización de las medidas sanitarias, para poder volver a vender a la feria.
En el caso de Holowiej, prepara dulce de mamón, pero también ofrece queso criollo y productos de la chacra: variedad de zapallos.
“El Instituto Paippa nos acompaña en asesoramiento técnico, nos brindan semillas, ellos están siempre, con la ayuda de ellos avanzamos un montón” comentó la productora paippera.
Protocolos
Las ferias francas del Instituto Paippa cumplen con todos los protocolos sanitarios por la pandemia de Coronavirus, según señaló Pablo Ortíz, del equipo Paippa, ubicado en el ex centro comercial del barrio La Paz.
Señaló que los productores reciben un kit consistente en barbijos, máscaras faciales, alcohol en gel y guantes. “Cada uno firma una planilla que constata que traen sus productos de seguridad. Cuando entra el camión a las cinco de la mañana, se lo desinfecta para que pueda ingresar al predio ferial, y de ahí se hace un control a cada productor” explicó.
Además, el predio es desinfectado en forma constante durante la realización de las ferias.
“En este momento hay 35 productores en el barrio La Paz, todos con producción propia, la mayoría con precios bajos, productos de estación, la gente está viniendo y se vende muy bien” explicó Ortíz.
Las ferias Paippa funcionan todo el año, los días viernes, y ahora con protocolos del Consejo de Atención Integral a la Emergencia Covid 19, ajustándose a los cambios propios de la pandemia.