Brasil, actual epicentro de la pandemia de coronavirus Covid-19, con un promedio desde junio pasado de más de mil muertes diarias a causa de la enfermedad, comenzó este lunes la cuenta regresiva para contar con una vacuna a partir de la llegada a San Pablo de 20 mil dosis de la vacuna experimental de la compañía privada china Sinovac Biotech.
“Es un gran día para la ciencia brasileña y una gran esperanza”, dijo Dimas Covas, director del instituto Butantan, del estado de Sao Paulo, la mayor fábrica de vacunas de América Latina, encargada de desarrollar la Coronavac de Sinovac en Brasil.
Un avión carguero de la aerolínea Lufthansa llegó hoy al aeropuerto internacional de Guarulhos (San Pablo) con 20 mil dosis que serán destinadas a los ensayos clínicos.
Las pruebas se realizarán en 9 mil brasileños trabajadores del área de salud de los estados de Río de Janeiro, San Pablo, Minas Gerais, Rio Grande do Sul, Paraná y Brasilia.
El acuerdo es entre el estado de San Pablo y la empresa china en virtud de las relaciones de diplomacia paralela entabladas por la gobernación, en el marco de las diferencias de abordaje de la pandemia con el gobierno central del presidente Jair Bolsonaro.
La vacuna está en fase III, es decir, que se puede probar en humanos, y se prevé que si tiene éxito pueda estar lista para su distribución masiva a inicios de 2021.
“América Latina también podrá beneficiarse de la fábrica de vacunas del Instituto Butantan en caso de que la vacuna sea exitosa”, dijo a la agencia de noticias Télam la semana pasada el gobernador paulista, Joao Doria.
Este es el segundo caso de ensayos en humanos en Brasil, ya que el primero comenzó con 4 mil brasileños que están siendo testeados a través de la Universidad Federal de Sao Paulo (Unifesp), que tiene un convenio con la Universidad de Oxford para probar la vacuna inglesa.
Esa iniciativa se logró por un protocolo entre el Ministerio de Salud de Brasil y la embajada británica en Brasilia.
Brasil está al borde de superar los 78 mil muertos por la pandemia y San Pablo es el estado más afectado, con más de 19 mil víctimas mientras el presidente Bolsonaro insiste en minimizar la pandemia y se niega a adoptar medidas concretas y contundentes para frenar la propagación del virus.
San Pablo posee 46 millones de habitantes y representa más de un tercio de la economía brasileña.
m1