La pandemia de coronavirus Covid-19 supuso no pocos desafíos para la Argentina y el mundo tanto a nivel sanitario, económico y social. Aunque decenas de laboratorios y universidades se embarcaron en una vertiginosa carrera para dar con la vacuna que ponga fin a la pandemia, lo cierto es que como ya lo advirtió la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mejor de los casos podrá comenzar a ser aplicada de manera masiva recién a partir del segundo semestre del próximo año.
Mientras tanto minimizar la circulación del virus es vital para poder evitar nuevos brotes allí donde las cuarentenas ya se encuentran en etapas más avanzadas y se busca de a poco entra en la denominada “nueva normalidad”. Y para ello habrá que prestar especial atención a los lugares cerrados, principal foco de contagio y causa de los rebrotes que se están experimentando en algunos países europeos. Un estudio demostró que las probabilidades de contagio son 18 veces superiores en los lugares cerrados que en los abiertos.
En ese contexto cobra especial relevancia el desarrollo de una de las empresas argentinas seleccionadas para recibir uno de los denominados créditos Covid que entrega el Estado a través del Fondo Nacional de Desarrollo Productivo (Fondep). Ya se entregaron 1000 millones de pesos para 74 proyectos, que desarrollan 65 PyMEs, 5 instituciones y 4 universidades.
Mirich Seguridad Electrónica está desarrollando equipos de desinfección por radiación ultravioleta que ya se comprobó permite eliminar el Covid-19 del aire y de superficies. “Cuando se frenó un poco la actividad por causa de la pandemia comenzamos a buscar nuevas formas de seguir trabajando y así mantener los puestos de trabajo. Así comenzamos con dos líneas de trabajo una dedicada al desarrollo de respiradores artificiales y la otra es esta de equipos de luz ultravioleta para desinfectar espacios cerrados y así minimizar el riesgo de contagio”, explicó a minutouno.com Javier Mirich, dueño de Mirich Seguridad Electrónica, empresa asentada en Gualeguaychú desde hace más de 15 años.
La radiación ultravioleta, que se utiliza para desinfección de hospitales desde la década del ’80 se reveló también efectiva contra el coronavirus Covid-19 que ya causó más de medio millón de muertes en todo el mundo en lo que va del año. Así la empresa comenzó a trabajar con un equipo de más de 10 personas, entre los que hay ingenieros e infectólogos, en el diseño de aparatos que se pudieran adaptar a distintos requerimientos de la vida diaria.
Así es como la empresa desarrolló aparatos pensados para su uso en lugares cerrados de alta circulación de personas como el transporte público, ascensores, oficinas y demás ambientes que antes no requerían el nivel de desinfección que hoy se vuelve indispensable. “Esta tecnología se usa en quirófanos hace muchos años pero ahora es necesario llevarlo a lugares donde antes no se utilizaba, por ejemplo ya estamos trabajando con empresas de transporte público para adaptarlos a sus requerimientos” explicó Mirich.
La empresa, que ya desarrolló distintos modelos, no solo logró comercializarlos en el país sino que ya empezó a exportar ante el creciente requerimiento de este tipo de tecnología.
El gran desafío que presenta esta tecnología es que, aunque efectiva, no puede aplicarse en momentos en que se encuentran allí personas ya que la exposición aun en bajas dosis, pero a largo plazo, puede ser perjudicial para la salud. Por ello la empresa diseñó por ejemplo un equipo para ascensores que se activa automáticamente cada vez que se encuentra vacío y se apaga cuando alguien ingresa a él. De esta manera cada ocupante ingresará siempre a un ascensor que no presenta riesgo de contagio alguno. Esta misma tecnología podría aplicarse en cajeros automáticos también, por ejemplo. Son espacios de gran circulación de personas que podrían convertirse en focos de contagios pero cuya peligrosidad desaparecería con esta tecnología. El transporte público implica sin embargo un desafío mayor ya que rara vez los vagones de subte o trenes y los colectivos se encuentran vacíos.
Según explicó Mirich la radiación ultravioleta “destruye el virus en suspensión en el aire en apenas 7 segundos y un poco más sobre superficie dependiendo de la distancia, además de matar otros 140 patógenos perjudiciales para la salud”.
Al igual que Mirich Seguridad Electrónica otra empresa argentina comenzó a trabajar en el mismo sentido. Se trata de la firma Grupo Nabla que trabaja con tubos de luz ultravioleta en zonas específicas de los sistemas de climatización y ventilación. “Gracias a eso, con la recirculación del aire, los virus se destruyen. Y, como consecuencia, los lugares cerrados dejan de ser fuente de contagios”, explicaron.
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