Luego de que el ministerio de Salud de la Nación hallara más de 4 millones de dosis vencidas en un frigorífico de la ciudad de Buenos Aires el gobierno de Alberto Fernández denunciará al ex secretario de Salud de la gestión de Mauricio Macri, Adolfo Rubinstein, por malversación de fondos públicos e incumplimiento de los deberes de funcionario.
El ministerio de Salud que lidera Ginés González García encontró en un depósito del barrio porteño de Constitución 4.141.343 unidades vencidas: 3.800.000 dosis de vacunas y casi 300.000 diluyentes y goteros de la vacuna Sabin.
Según consignó este jueves La Nación, la denuncia será por una partida de 600.000 unidades de vacuna triple bacteriana acelular, que sirve para evitar la difteria, tétanos y tos convulsa, y que está prevista en el calendario nacional de vacunación a los 11 años y para las mujeres embarazadas. Esas vacunas estuvieron siete meses en la Aduana, hasta julio de 2018, y desde entonces quedaron sin utilizarse.
Según reveló la cartera que conduce Gonzáleza García, ese año el Estado apenas cubrió el 65% de lo que tenía planificado y eso derivó en el aumento de muertes de niños menores de un año a causa de la tos convulsa. “El grueso de las vacunas vencidas son de 2018”, explicó la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti.
Rubinstein intentó cargar la responsabilidad de esa compra sobre Vizzotti, sin embargo la segunda de González García aseguró que ella ya no estaba dentro del ministerio de Salud en el momento de la compra de esas vacunas. Vizzotti había dejado de tener firma el 20 de mayo de 2016, a poco de iniciado el gobierno de Macri y fue desvinculada del ministerio cinco meses después.
“Fue después de mi desvinculación. Es falso que yo haya comprado las vacunas de más. Lo que sucedió es que la gestión de Lemus compró las vacunas de más, pero lo que no hizo Rubinstein fue destruirlas; una ineficiencia total”, aseguró Vizzotti en declaraciones radiales.
A esto se suma que el almacenamiento de las vacunas vencidas tuvo un costo de 14 millones de pesos. “Es normal que haya un remanente de vacunas que no se utilicen, alrededor de 200.000 por año, alguna vez más, alguna vez menos. En 2018 fue particularmente problemático. No sé si habla desde el desconocimiento [por Rubinstein] o falta a la verdad”, siguió Vizzotti.
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